Del ser cosa

Venimos de siglos de mujeres-cosa. Mujeres para coger. Mujeres para parir. Mujeres para criar. Mujeres para limpiar. Para cocinar. Para servir café.

Mujeres-cosa. Que sos mía, que hacemos como que soy tuyo. Inventemos el amor romántico y hasta es más fácil creernos el cuentito. Somos el uno para el otro, nos complementamos, nos necesitamos. Mujeres-cosa.

Y todos nos creímos el verso. Y nos lo creímos nosotras a fuerza de golpes y hogueras. A fuerza de presión social.

Por que cuál es el lugar de la mujer que cuestiona, que no es sumisa, que decide salirse del libreto?

Salgo a la calle y veo mujeres grises. Cansadas, agotadas de jugar el mismo rol una y otra vez. Mujeres que intuyen que hay algo que está mal pero se olvidaron de su verdadera esencia. Mujeres-cosa.

Ser mujer es ser vida. Es crear. No se puede ser mujer sin bailar, sin cantar, sin andar descalza en la naturaleza y conectarse con los ciclos.

Ser mujer es ser cambio. Es respetar el momento para reír y el momento para llorar. El momento para compartir y el momento para estar sola. El momento para hablar y el momento para callar.

Nos olvidamos de nosotras mismas y hoy hay muchas queriendo recordar.

Pero el problema es que muchas veces sólo vemos una parte del problema. Si venimos de siglos de mujeres-cosa es porque había alguien que las usaba, y ellas se dejaban usar.

Hoy hay mujeres tratando de salir del mujer-cosa usando a otros. Jugando el mismo juego del que quieren salir. No es por ahí.

Hoy hay mujeres tratando de salir del mujer-cosa pidiendo una remuneración más alta por ser usadas. “Empoderadas”. Tampoco es por ahí.

No se puede salir de un problema hasta no entenderlo y el problema está en la relación. Del ser mujeres-cosa no salimos solas.

No sé cuál es el camino, sólo sé que es conectado con nosotras mismas y sé que es conversado con otr@s. Sé que el verdadero cambio no es a base de esfuerzo sino de conciencia. Sé que no se crece en conciencia si no se crece en amor. Sé que no se crece en amor si no se crece en respeto.

Ni sororidad, ni fraternidad. Humanidad, y salú para todo el mundo.