El día de la marmota era posta
Para los que no la vieron, la película del día de la marmota es sobre un periodista malhumorado que trata mal a todo el mundo y va por la vida así, quejándose de lo que le pasa y de lo estúpidos que son los demás.
Pero un día queda atrapado en un bucle de tiempo que dura un día. Todos los días el mismo día, no importa lo que haga, o al menos eso parece.
Hoy arrancamos un nuevo encierro, un nuevo bucle infinito e incierto en esta pandemia que no es de un virus, es de un modo de vivir que enferma.
Hace mucho que no hago un post y es que cada vez estoy más convencida de que menos es más. Es tanto el ruido que un poco de silencio es como el agua en medio del desierto.
San Agustín dijo: factus eram ipse mihi magna quaestio (me volví para mí mismo una gran pregunta).
Toda pregunta pide silencio, no respuesta. La respuesta está en el silencio.
El protagonista de la película encuentra todo muy frustrante y absurdo. Intenta mil cosas diferentes para escapar de esa pesadilla y nada da resultado.
No hay escape. Es directo por ahí. Por lo que molesta, lo que no entendemos, lo que querríamos que fuera de otra forma.
Sólo desde el silencio se puede observar hasta aceptar para recién después poder hacer algo con eso que nos pasa.
Jung decía: lo que resistes persiste.
Tenemos una sociedad entera resistiendo y batallando afuera.
La única y verdadera batalla está en el autoconocimiento que nos permita tomar decisiones más conscientes.
The only way out is in.
Salú, y que siga el baile.
