La realidad de lo posible

Maru Buteler
3 min readMar 3, 2021

Hoy una amiga me dijo “ nos coordinamos y luego sobre el andar de nuestras realidades vamos reformulando”. Fue una forma distinta y elegante de decir “vemos sobre la marcha” de muchas madres y padres que estamos inmersos en inicios escolares caóticos.

Esta semana un profesor al que respeto mucho me compartió un video TED que se pregunta si el movimiento feminista no se está tirando un tiro en el pie al victimizar a las mujeres y señalando a los hombres como malvados abusadores. En él, la oradora reivindica el poder de la decisión explicando que parte del famoso “gender gap” se debe a la elección personal de las mujeres de estar más tiempo en su casa cuando tienen niños.

Hay un capítulo excelente sobre el tema del famoso Gender Gap en la serie En pocas palabras de Netflix en el cual explican con mucha claridad que tal gap no es en realidad de género (mujer-varón) sino de hijos (persona con hijos a cargo-persona sin hijos a cargo).

La cuestión es que, pequeño detalle, los hijos están en general a cargo de la madre, o, si la madre no estuviera, de la tía, la hermana, la abuela o cualquier otra mujer que cuide de ese niño.

Que quede claro que no tengo nada contra la elección de una mujer. Lo que me preocupa soberanamente es que mucha gente bien inteligente siga creyendo que este es un tema individual cuando es a todas luces un tema social que no se resolverá milagrosamente en el seno cada hogar.

Hasta que no se entienda con suficiente claridad que es un problema de varias puntas vamos a seguir tirando de la piola enredando más todo.

Por ejemplo: por qué cada vez que alguien habla de patriarcado salta alguien a hablar de lo mal que lo pasan los hombres también? o de lo malas que son algunas mujeres? Qué es eso de vivir mezclando las excepciones con la regularidad?

O por qué cuando alguien habla de lo que significa el liderazgo no se pregunta si esas características que describe aplicarían a cualquier tipo de persona independientemente de su género?

Es un problema tan complejo y tan metido en nuestra cultura que veo cada vez más difícil y al mismo tiempo más necesario que el común de la gente lo entienda. Son sesgos.

No es sólo un tema de diversidad como si con mezclar un poco de variedad alcanzara o como si la cuota en sí misma fuera a solucionar las cosas.

El año pasado me formé en Biografía Humana, una forma de comprender la necesidad de construir una sociedad niñocéntrica adonde cada niñ@ encuentre un adulto, especialmente su madre, disponible para poder satisfacer todas sus necesidades y poder así de adulto compartir y colaborar con otros adultos saludables, no violentos.

Es un tema humano y básico de miedo y confianza. Es el tema de cuán dispuestos estamos a escuchar de verdad al que piensa diferente. Es el tema de qué tan respetuosos podemos ser de un otro al que no conocemos porque no dedicamos tiempo ni interés en conocerlo porque estamos demasiado ocupados mirándonos el ombligo y reclamando eso que de niños no recibimos.

Y qué le estamos dando y enseñando a los niños hoy? A usar barbijo. A no acercarse. A no abrazar. A desinfectarnos constantemente de eso extraño y desconocido que puede matarnos de un momento a otro.

Bomba de tiempo. Eso estamos construyendo. Con ganas.

Menos mal que soy coach y creo en la construcción de posibilidad, creo en ampliar las opciones. Creo a ciencia cierta :) en la capacidad del ser humano de conectar con la naturaleza y en su capacidad de generar acuerdos sustentables. Nos falta un montón, pero ahí vamos.

Salú

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Maru Buteler

A favor de la libertad y en contra de cualquier abuso. Coach de personas que crean el cambio