Me duele ahí, en la pretensión

Hace más de un mes que no escribo un post. Y cuando pasa eso es como si sintiera que se acerca de a poquito. Un día llega. Llegó.

Llevo una vida entera sufriendo a la humanidad, la mía y la del resto. La de todos.

Pero también desde hace mucho ya entendí que uno siempre es responsable de la posición que adopta frente a lo que pasa y en general vivo así, buscando soluciones y creando alternativas.

Hasta que vuelvo a toparme con alguna pared. Son siempre internas esas paredes, pero se nos aparecen afuera. Son enojos, rencores, dolores. Son emociones que avisan que hay algo que no va.

Y si no fuera coach seguramente pensaría “bueno, ya pasa”, pero no, yo le entro y voy de frente derechito al muere. Sin escala me zambullo en eso que me pasa y que sea lo que dios quiera.

Hoy me encontré con un dolor. Mi incomodidad me preguntaba cómo podía ser que otros no vieran lo que yo veo. Estábamos hablando con mamá de territorios, protocolos, lo que corresponde o no corresponde. Concretamente que mi ex tiene novia y va a comer y programa viajes con mi familia. Su ex familia?

Para los que me conocen, saben que el decir “mi familia” en sentido posesivo para mí no tiene ningún sentido. Las personas no son de nadie.

Mi familia además, fue también su familia durante 14 años y lo seguirá siendo por las hijas que tenemos.

— Y entonces? Cuál es el problema? — me decía mamá.

— Es un problema de protocolo — le decía yo insistente mientras ella me miraba con cara incrédula.

— Cómo de protocolo? Qué protocolo? — juro que intentaba comprenderme.

— El que dice que mi familia primero es mía y después de él, es un tema de rangos — yo me escuchaba y me debatía entre seguir hablando vehementemente o directamente cagarme de risa de lo que decía. — A mi no me jode en absoluto que sea amigo de todos, lo que me jode profundamente es que me oculten o disimulen estas cosas como si yo no existiera. En esto sí soy noruega. — dije y ahí sí me reí — Si uno entra a una habitación es protocolo saludar primero a la persona mayor, sino, es una falta de respeto.

Yo fui profesora de Ceremonial y Protocolo, y claro que entiendo que no todos saben estas cosas, pero de alguna forma extraña se me hacía evidente que era obvio que había algo bizarro en la situación.

— Bueno, pero claramente nadie lo hace con mala intención. — decía mamá.

— Más vale que sé que no hay mala intención. Pero ¿no te parece raro que gran parte de la familia ya conozca a su novia, y a mí, que voy a su casa a llevarle a las chicas 2 veces por semana todavía no me vio la cara?

— Bueno, pero es entendible, andá a saber cómo se siente ella en relación a vos que sos su ex, y además, tampoco cabe que le reclames a tu hermano por haberlos invitado, porque lo más probable es que pueda pensar que a vos te molesta que esté de novio porque todavía sentís cosas por él.

— Qué????? — ese es el tipo de cosas que hace que me sienta extraterrestre. — Nos separamos hace dos años y medio y definitivamente no es el caso — … la gente proyecta.

— De cualquier manera si hay algo que vos me enseñaste con el coaching es a decir las cosas, asi que si hay algo que te molesta vas a tener que hablarlo — me dijo con sabiduría.

— Ya sé, y no es con mi hermano, es con él. Voy a tener que explicarle lo del protocolo.

— Eso nadie te lo va a entender, ni yo lo entiendo.

— Bueno, voy a decirle que me parece que por cortesía sería mejor que me pregunte antes de programar un viaje con mi familia. Así está bien?.

— Sí, mucho mejor.

Y me fui. Todavía llena de emociones incómodas.

Llegué a casa y me dije “es que tenés que tomar las cosas como de quien viene”. Me cayó la ficha en la cabeza. Fuerte. Dolió. Esa era la creencia falsa: no hay protocolos en territorios nuevos, aunque algunos creamos que podemos usar los de otros mundos. El problema era mi expectativa de que el otro vea lo que yo veo. El otro es otro y ve otra cosa.

Un rato después estabamos hablando por teléfono. Temas varios y llegamos a la cuestión. Usé la palabra cortesía. Lo entendió, dijo que su novia fue conociendo a mi familia por casualidad. Que en realidad hasta ella se ofreció a tomar un café conmigo si yo quería, sólo que a él no le pareció.

Me cae bien esta chica. No sé si habrá café. Lo que sí sé es que en general todo dolor o incomodidad tiene más de rollo que de realidad. El tema es cómo conectar con lo simple, con lo real, y así salir lo antes posible de esos laberintos para volver a disfrutar de la vida, que es bella, siempre :)